Estrategia utilizada: Limerick
Edad de los receptores: 8 años
Para la creación literaria en verso he recurrido a la
estrategia del Limerick. Este se define como un poema de cinco versos en el que
cada uno de ellos responde a una cuestión: ¿Quién? ¿Qué hacía? ¿Qué pasó? y ¿A quién?
Para la elección del primer verso, ¿Quién? He elegido un
personaje que conocerán bien, y que se encuentra dentro de su entorno social, una
luna. A lo largo de los demás versos he personificado a la luna con elementos humanos, algo que les
gusta y les llama mucho la atención a estas edades. En cuanto al vocabulario,
es posible que sea algo elevado para los más pequeños, pero esto ayudará a
estimular al niño.
CREACIÓN EN PROSA
Estrategia utilizada: Hipótesis absurda
Edad de los receptores: 10 años
Esta hipótesis absurda la he dirigido a niños de 10 años. En plena etapa de las operaciones concretas, estos niños les gustan las historias absurdas, exageradas y sin una moraleja explicita. Como tema principal, he elegido la navidad, un tema que sin duda será añadido más a su motivación.
Hoy me he levantado en medio de una escandalera. ¡Justamente hoy, que pretendía pasarme la mañana durmiendo y descansado bajo el calorcito de mi edredón! Pero…. ¿Que son todos esos ruidos en el salón de mi casa?
Al levantarme descubrí que mi humilde belén había cobrado vida y un mar de gentes habitaba mi casa. Al salir del cuarto me crucé con un pastor con un rebaño de ovejas y dos cabras que me observaba con asombro y curiosidad…Buenos días, le dije. Seguidamente me dirigí al cuarto de baño, y al pasar, me encontré con la lavandera que se ocupaba de mi colada en la pila, el herrero me afilaba los cuchillos en la cocina, y el carpintero nivelaba las patas de mi antigua mesa de madera.
Al acercarme a la entrada, descubrí dos soldados romanos que aparentemente guardaban el orden público. Les pedí por favor que se esmerasen en conseguir cierto silencio en la casa antes de que bajase la vecina del tercero a quejarse. Además, les dije que necesitaba dormir un poco más y que pusiesen un poco de orden entre tanto jaleo, pero me miraron un poco raro y siguieron a lo suyo. Ante su indiferencia me acerqué al salón, dónde provenía el jolgorio y el griterío, a ver que podía hacer yo.
-Perdón, perdón, perdón, iba diciendo mientras me abría camino entre los comerciantes que vendían frutas y verduras y las gallinas que revoloteaban a mi paso. Finalmente entre la muchedumbre, vislumbré el origen de tal confusión; el niño Jesús lloraba en brazos de su madre quien la mecía entre sus brazos, y tranquilizaba con suaves movimientos sentada en el sofá. Cuando por fin pude acercarme, y antes de preguntarle a José que podía yo hacer, me topé con el buey, brama que te brama y la mula rebuznándome a los pies, pero justo entonces el niño Jesús se quedó dormidito y un silencio se apoderó de la habitación.
¡Qué bien!¡Por fin podré dormir un rato más, pensé hacía mis adentros, y en aquel momento sonó el telefonillo y la escandalera comenzó otra vez…
-¿Diga?, ¿Quién es?
-Los tres reyes magos, que venimos a tráele los presentes al niño Jesús.
-Ya decía yo que faltaba alguien por venir…
¡Pues yo me vuelvo a acostar! y que se encarguen estos tres.
CREACIÓN DRAMÁTICA
Estrategia utilizada: El/la niño/a como protagonista
Edad de los receptores: 7 años
Adulto: Había una vez un niño de siete años
Niño: ¿Cómo yo?
Adulto: Con hermosos rizos rubios y grandes ojos verdes
Niño: ¿Cómo los míos?
Adulto: Bromista, divertido y que le encantaba la magia
Niño: ¿Soy yo?
Adulto: Sí, eres tu amor.